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¿Cómo los seguros pueden ayudar a tu empresa a alcanzar sus objetivos?

Cuando se trata de la dirección de una empresa, alcanzar objetivos es esencial. Sin embargo, cualquier evento inesperado puede causar una desviación significativa que impida el logro de esos objetivos y ocasionar contingencias graves para la organización. Por eso, es fundamental utilizar herramientas de transferencia de riesgos, como las pólizas de seguros, para controlar algunas de las causas que pueden generar una variación en los resultados esperados y garantizar la continuidad de nuestro negocio.

Es importante reconocer que el seguro es solo uno de los últimos eslabones de un proceso adecuado de administración de riesgos. Según la norma ISO 3100: 2018 Gestión de Riesgo, el proceso de evaluación de riesgos comienza con la identificación de los riesgos a los que nuestra empresa está expuesta. Estos riesgos se pueden clasificar en grandes grupos, como Riesgo Operativo, Riesgo Financiero, Riesgo Legal, Reputacional, Comercial, etc.

Una vez identificados los riesgos, es fundamental evaluar detenidamente su origen, la probabilidad de que se produzcan y el efecto que dicho evento tendrá sobre nuestros objetivos. Con los riesgos evaluados, se pueden utilizar herramientas como mapas de calor para posicionar cada uno de ellos clasificados por probabilidad y severidad. Basado en este mapa, podemos diferenciar entre los riesgos despreciables, monitorizables, controlables, considerables, intolerante e inasumible. Para hacer esta discriminación de riesgos, es indispensable tener claramente definido el "Apetito de Riesgo" de la empresa.

Una vez completados estos tres pasos fundamentales, podemos pasar al tratamiento de riesgo. La norma ISO 31000: 2018 sugiere 7 tratamientos a los riesgos: evitar, modificar la probabilidad, aceptar, modificar la consecuencia, eliminar, retener el riesgo y compartir el riesgo. En este punto, habiendo identificado, analizado y valorado cada uno de los riesgos, sabemos qué riesgos queremos compartir o transferir a través de un seguro.

Es importante destacar que asegurar los riesgos sin seguir este procedimiento podría llevar a una decepción al momento de producirse una pérdida, ya que la indemnización por parte de la aseguradora no cumpliría las expectativas de la póliza contratada. Por lo tanto, para garantizar la continuidad de nuestro negocio y controlar los riesgos, es fundamental que la gestión de seguros forme parte del proceso administrativo de nuestra empresa.

En resumen, la gestión de seguros es una parte fundamental de cualquier proceso adecuado de administración de riesgos en una empresa. Asegurarse de tener los riesgos bien administrados puede ayudar a garantizar la continuidad de nuestro negocio y a alcanzar nuestros objetivos. No olvides que un seguro es solo uno de los últimos eslabones del proceso y que es fundamental seguir el procedimiento adecuado para garantizar una protección efectiva de nuestra empresa.

Carlos Lopez

Chief Commercial Officer P&C

ARISA, Corredores de Seguros




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